Ámsterdam es una de esas ciudades de las que uno no puede evitar enamorarse. Toda ella es una obra de arte y recorrerla a pie, bicicleta o tranvía es uno de esos placeres que vale la pena disfrutar. He aquí tres razones para que no dudes en incluir a la capital de Holanda en tu listado de lugares a visitar.


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Recorrer los canales en barco



Si quieres tener una perspectiva distinta de Ámsterdam, entonces dar un paseo en  barco por sus canales es una oportunidad que no debes perderte. Existen muchas empresas que ofrecen estas excursiones en cómodos botes de techos transparentes, y guías turísticas dispuestas a explicar a su ávida audiencia cuál es el canal que están recorriendo o cuál es el edificio que puede verse.

Imagen: Flickr




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Las delicias de Ámsterdam


Pretender seguir con un régimen estricto de comidas en Ámsterdam es una misión imposible.  El salmón, los arenques y su amplia variedad de quesos y cervezas te obligan a sentarte en la mesa de alguno de los tantos bares y confiterías para disfrutarlos.

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Su riqueza cultural
La riqueza cultural de Ámsterdam es incalculable y son infinitos sus museos y demás espacios donde podemos apreciarla. Sólo para mencionar los lugares más emblemáticos nombraremos el Rijks Museum, el Museo Van Gogh, el Museo Rembrandt, la Casa de Anna Frank, la Iglesia Escondida del Ático o la Sinagoga Principal.


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